La Asociación Haztuacción es un equipo de profesionales intérpretes y terapeutas compuesto por ocho personas del campo de la interpretación, psicología, Gestalt, Pedagogía Sistémica o Teatro Social, con formación en el Método PIBE. Salud Angulo y Cristina Pérez han llevado a cabo las sesiones con los grupos de 1º de la ESO y aula específica, ambas intérpretes con una larga experiencia en trabajo con la infancia y la adolescencia.
En las sesiones realizadas, las intérpretes han puesto al servicio del alumnado un espacio donde descubrir y practicar, a través del teatro, cómo relacionarse de una forma saludable. La actividad se ha llevado a cabo con el alumnado de 1º de la ESO y aula específica, partiendo de una escena de acoso, se buscan nuevas formas de relacionarnos más saludables, poniendo también atención en las etiquetas y máscaras sociales; para finalmente entrar en las relaciones de pareja, donde se trabaja la Prevención de Violencia de género. Se sigue esta línea ya que para tener una relación amorosa saludable y basada en la igualdad, antes hay que tenerla con tus iguales y ello implica tenerla consigo misma/o, lo cual sólo es posible gracias a la escucha y el respeto de las propias emociones.
Trabajamos a través de escenas donde el alumnado propone situaciones de exclusión o un trato malo hacia algún/a compañero/a o amigo/a y busca otras formas de resolver esa misma situación a través del teatro, de manera que todo el alumnado que interviene en ella se sienta bien tratado e integrado, poniendo el foco sobre todo en cómo se siente cada uno de los “personajes” que participan en la escena.
Partimos de una escena donde un grupo de amigas/os rechaza e insulta a una chica de su clase y el alumnado representa diferentes soluciones saliendo a escena con una de las intérpretes de la Asociación.
A partir de la representación, analizamos con mayor profundidad la gestión de las emociones de cada una/o , poniendo conciencia en las actitudes que tomamos inconscientemente en un conflicto, analizando nuestra necesidad de quedar por encima de los demás o las diferentes máscaras que usamos para no sentirnos vulnerables ante nuestros iguales, y sobre todo poniendo atención a cómo nos sentimos, aceptando nuestras emociones para poder gestionarlas y conectando con nuestras necesidades para poder pedirlas con respeto, antes de llegar al enfado o la frustración.
Se observa que generalmente el alumnado no está acostumbrado a relacionarse de esta forma y debe hacer un esfuerzo para asimilar la propuesta que les hacemos ya que tienden a la competencia más que a la cooperación; han normalizado la violencia en sus palabras o gestos hacia sus iguales, y lógicamente el planteamiento les resulta a veces artificial, incluso comparten que lo pueden representar en el teatro pero no en la “vida real”. A pesar de esto cuando profundizamos en sus emociones y necesidades y analizamos la situación, es maravilloso comprobar cómo cambian muchas expresiones en sus rostros, cómo encajan piezas e incluso comentan que se quedan “rallados” al descubrir lo que hay detrás de sus conductas, se emocionan cuando se ven haciendo las cosas como les gustaría o poniéndose en el lugar de quien está recibiendo un trato malo o de exclusión y comparten que se sienten mucho mejor.
Se trabaja sobre la base de que todas las personas necesitamos sentir que perteneceremos al grupo, es nuestra naturaleza y se les propone que se planteen qué pueden hacer para sentirse parte del grupo y para integrar al resto.
La necesidad actual de segregación en la sociedad y en las aulas por causa del COVID, dificulta bastante trabajar la idea de comportarnos en coherencia con nuestra naturaleza gregaria, y el alumnado manifiesta esta contradicción; precisamente por eso consideramos estas dinámicas más necesarias que nunca.
Son muchas las contradicciones que aún tenemos en nuestra sociedad y entendemos que es importante reconocerlas y aceptarlas para seguir probando nuevas maneras de relacionarnos más coherentes y beneficiosas.
Tras la capa competitiva que a menudo muestra el alumnado, descubrimos a una generación de adolescentes con sentimientos encontrados, por un lado empatiza con sus iguales y a la vez imita la conducta que ve en sus mayores, o en las redes, en televisión, películas o canciones donde se sigue normalizando la desigualdad y la agresividad en las relaciones.
Agradecemos muchísimo a las actrices Cristina y Salud por su implicación en la actividad y hacer llegar el mensaje al alumnado.
El IES Virgen del Rosario está sumamente agradecido con la dotación económica del Pacto de Estado en materia de violencia de género que hace posible que esta actividad se pueda llevar a cabo.
